Ya es casi medianoche, hoy la luna llena se ve más grande e imponente que nunca, aún con algunas nubes se ve nítida y en todo su esplendor. Un señor pasa cerca mío y me mira asustado. Una pareja en la vereda de enfrente comienza a caminar rápido en dirección contraria a la mía. Mis colmillos ya están creciendo y mientras camino siento unos deseos irresistibles de aullar.