14 noviembre 2009
Mi amigo del Forestal
Es mi gran amigo, siempre nos juntamos a conversar en una de las fuentes del Parque Forestal, cerca de su casa. Lo veo acercarse con su llamativo traje verdoso y gorro inconfundible. Esta vez llega atrasado pero no importa porque las charlas con él valen la pena. Nos ponemos a conversar sobre la ciudad, la vida, alegrías y temores de uno, andanzas y desventuras de otro, arreglando el mundo en la hora y media que esta vez dura nuestro encuentro. Al final queda la alegría de saber que la amistad entre un hombre y un duende es posible.
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